Cuando tenía 15 años me gustaba hacer trucos con la patineta pero un día termine en el hospital por hacer un truco muy complicado que me había dicho un anciano, esperaba ser mimado por algunas enfermeras grandes y pequeñas que al menos harían que valiera la pena estar allí. En cambio, tengo a este enfermero gruñón que no deja de quejarse de lo tonto que soy por comerme una tarrina entera de helado en menos de 5 minutos. Él lo llama tonto, yo lo llamo valiente. Afortunadamente, resolví mi problema de la manera mas lógica. Con una pistola TG, que me había dado aquel anciano disparé aquel enfermero que se quejaba de mi mientras nadie miraba. Ahora es una enfermera con grandes pechos y es mucho más cariñosa y linda conmigo, agradeciendo me por transformarla en una chica ya que su vida había cambiado a mejor después de eso y dijo que una vez que saliera, estaría dispuesta a tener una cita, ¡premio gordo!
genial!! sigue asi
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